El matico es una planta medicinal muy común en nuestra amazonía, pero hay muchas personas que no saben para que sirve.
Esta planta, también conocida con el nombre científico Piper Adundum, es un árbolpequeño delgado perenne de la familia de la pimienta. Se distribuye en toda la cuenca amazónica, alcanza los cuatro metros de altura.
Sus tallos son verdes, con los nudos de intersección de las hojas bastante hinchadas. Sus hojas son ovaladas con un periodo corto de doce centímetros de longitud.
Las propiedades medicinales del matico se encuentran en sus hojas. Este posee propiedades astringentes, hemostáticas y vulnerables.
Se emplea para hemorragias internas y externas, en caso de caídas, inflamaciones de la garganta, diarrea, disenterías, contusiones, golpes, tumores de la matriz, úlceras sencillas en el estómago, vaginitis, bronquitis, herpes, infecciones urinarias, etc.
La infusión de las hojas de matico ayuda a mejorar la digestión de alimentos. Actúa ejerciendo una acción tónico-estimulantes sobre la mucosidad gastrointestinal; si se toma en exceso puede ser irritante y produce perturbaciones digestivas. Esta planta, gracias a su propiedad astringente, estriñe el aparato digestivo en caso de diarrea. Beber la infusión tres o cuatro veces al día ayuda a disolver los cálculos del riñón, de la vesícula y a la cicatrización de las úlceras. Las gárgaras de la infusión ayudan a aliviar la amigdalitis.
El matico puesto en contacto con las heridas o llagas recientes, disminuye y retiene los derrames sanguíneos y ayuda a la cicatrización de la misma. El polvo de matico detiene cualquier clase de hemorragia y cura cualquier clase de heridas.
En caso de vaginitis y otras inflamaciones en el aparato genitourinario se recomienda tomar baños de asiento con la infusión de matico.
En nuestra Amazonía existen muchas plantas que tienen beneficios medicinales y que se pueden utilizar sin temor a sufrir algún efecto secundario; ya que la medicina natural, si se la utiliza como es debido, no tiene tantos efectos secundarios como los farmacéuticos.
Autor: José Marcos Guerra Zuñiga
